Acaecida la tarde observé una vez más ese embate de olas, como una letanía que nunca llegara a orilla apacible y siempre depositara los mismos granos de arena en el límite de esta costa, donde, tal vez yo me detendría a mirarlos una y otra vez desde el linde infinito, inevitable.
Una frase que me gusta mucho sobre algo que se preguntaba Max Aub sobre si la orilla es el final del mar o de la arena. Seguro que María José sabría responderle. Besos, circuleros. Ro.
Una frase que me gusta mucho sobre algo que se preguntaba Max Aub sobre si la orilla es el final del mar o de la arena.
ResponderEliminarSeguro que María José sabría responderle.
Besos, circuleros.
Ro.
Gracias Ro y Emilio. Quizá la respuesta sea aceptar que la cuestión siga siendo un interrogante.
ResponderEliminar