sábado, 30 de julio de 2011

CUENTO DE VERANO O LLUVIA DE ESTRELLAS

LA CENTELLA

Una centella  atravesó su vida, debió ser en marzo, el mes de los peces irisados de cola centelleante, quizá por eso apareció  entonces. Él andaba perdido entre palabras, era su oficio. Las engranaba, las urdía y cuando estaban listas, las envolvía una a una como si fueran dulces. Entonces las regalaba. Por eso en un principio no percibió esa luz, estaba muy ocupado interceptando imágenes para guardarlas en sus palabras y después cerrar. Pero poco a poco, con la lentitud de lo certero, esa energía fue albergando su vida por completo. A veces, todo era posible. Primero, tan solo breves destellos. Era pues, fugaz,su naturaleza, hasta ir convirtiéndose en una fugacidad requerida que solo se realizaba en la sonrisa que proyectaba a solas, o en algunas letras que resbalaban de sus manos.   De todos es sabido que las centellas son eternas y fugaces a un tiempo, por ello poseen el don de la generosidad y se permiten atravesar los cielos y alguna vida en las noches de verano. Cuando él descubrió ese secreto, ya nunca nada pudo ser como había sido hasta entonces.
                                                                                          

                                                                                                          María José

martes, 26 de julio de 2011

Vida vs Barbarie


En la madrugada del 24 de julio, en mi cama, después de la agradable velada en Villa Ro, me hubiera gustado dormirme pensando en cocas de Borriol, lunas de julio, fiestas taurinas o saraos de crucifijo en pecho, pero lo que me vino a la cabeza fue si alguno de los adolescentes masacrados a tiros en la Isla de Utoya sería fan de Amy Winehouse. También me pregunté si Amy Winehouse habría pensado en ellos cuando se lanzó por su precipicio final .

Entre relatores convencidos se celebró esa noche la vida y la palabra que, el día anterior, habían sido tan fácilmente masacradas. Partiendo los montes que rodean Segorbe, hacia la medianoche, emergía una media luna roja, mientras se empezaba a conocer que el asesino de casi un centenar de ciudadanos noruegos era otro noruego de manifiesta tendencia islamófoba.

La moraleja, en honor a la sabiduría popular de la compañera Carmen Babiloni, podría ser: Mantén los ojos abiertos, escucha aunque no te guste lo que oyes y actúa en consecuencia. Pero goza a cada instante de la vida, la más auténtica de las religiones. Y durante esa velada practicamos con ahínco tal credo entonando varios rezos y desde diversos púlpitos: el fresco en julio, la complicidad en la palabra, la amistad añeja, la luz de una vela de naranja en una concurrida mesa, las cosas por decir, los tréboles de cuatro hojas, las cocas de receta centenaria, los besos extremeños y todos los demás besos, las risas generosas, las sonrisas en compañía, los silencios que dicen o los que solo son silencio, el buen vino, los escotes, la penumbra y el contraluz, los grandes apellidos revueltos entre gestos sencillos de alta sabiduría, la espermogénesis recitada por carnales labios … Finalmente, lo logré, acabé soñando con manjares de diversa índole.

A.

sábado, 23 de julio de 2011

LA ÚLTIMA CENA


Cuando tras diez angustiosos segundos de espera entre la llamada y la sensación de que la había cagado, escuché la respiración entrecortada de Emilio, me acordé inmediatamente de que hacía un par de meses me había confesado que estaba escuchando un audiolibro titulado – comohacerelamoraunamujerdurantetodaunanoche- Pero no, esa noche parece que no lo puso en práctica pues su habitual voz cavernosa, sonó más bien a una oscura voz procedente de lo más profundo del Túnel de base San Gotardo exclamando un rápido y breve: -Estoy con los niños……..

Previamente a este lamentable episodio, la tarde noche fue un tanto Ikeana, por eso de diferente. Celebramos la cena fin de temporada de pilota a mà. Este año y debido a la crisis, se cambió el habitual restaurante de BBC por el carrer de pilota que construyó el Tío Tonet con sus propias manos, con lo que se ganó en auténtico ambiente familiar y pilotari. La estructura siempre es la misma: Bienvenida a las autoridades (sin cura ni guardia civil), cena, homenaje al tío Tonet (creo que es el hombre vivo más homenajeado del mundo pues lleva más de veinte años seguidos recibiéndolo), presentación de fotos pogüerpoin hecha por el Tío Timbretero y entrega de trofeos a todos los integrantes del club. La cena se llevó a cabo alrededor de sendas paellas sin arroz, de pollo y conejo por un lado y embutido con tomate por otro. Buena, buena, no es la mejor palabra con la que se las podía adjetivar, pero no las hicieron cocineros, sino que las elaboraron con mucho esfuerzo los dos hermanos Tubarro, teniendo por oficios reales el de fontanero y mecánico, con lo que lógicamente se les agradeció mucho el trabajo por parte de las más de cien personas que allí mismo las devoramos.

En la puerta había un esquema de las mesas y los nombres de los que las ibamos a ocupar, lo que me recordó a una boda sin novios. No reconocí mas que un nombre y no sabía  con quien me habrían sentado ni en base a qué criterios, pero eso es lo que le dio sal a la noche.

A mi izquierda una pareja de unos cincuenta años. Contrastaban la ojiplática mirada de ella con la mirada bovina de él. Una de esas miradas de vaca cántabra que se queda mirando pasar el tren con la boca un poco abierta. Enfrente las hermanas Tramuseras y el marido de una de ellas charlando animadamente toda la noche sobre la edad que tendría Sara Montiel, que no distaría mucho de las suyas. A mi derecha Adela, la madre de un amigo de mi chiquillo mayor y la única persona que conocía de la mesa y junto a ella a Natalia la Cigüeñera, una señora minifaldera, descarada y muy charrantona que nos animó durante toda la noche. Al marido de la susodicha Natalia lo había conocido esa misma tarde y también era bastante peculiar. Entró en el carrer, dando alaridos y con un triciclo circense en medio del tradicional partido de padres contra hijos, haciéndonos interrumpir la partida (cosa que  nos vino bien a los resollantes padres cerveceros) para demostrarnos el funcionamiento del mismo y de paso, dar amplias muestras de que él había llegado al evento.
Natalia la Cigüeñera tiene un hijo pilotari que es también bastante singular. Durante la presentación pogüerpoin vimos como había cambiado el niño en pocos años, pasando de ser un pequeñajo pelirrojo con pecas a un granado adolescente con rastas, recogidas en una larga coleta completamente horizontal al suelo.  Su tío le decía que parecía que llevara un lechuga atada por pelo y más que una metáfora, era una buena descripción del cabello del chaval. Durante la cena le dije a la Cigüeñera que me gustaba el nombre de su hijo, que me recordaba a un nombre apache, pues le llamaba Ocell. Ella me aclaró que no, que el nombre era Osel, no Ocell. Se lo había puesto porque él, nació el mismo año en que se llevaron de Granada al niño que creyeron que era la reencarnación de un famoso lama budista, hace ahora diecisiete años. Me acordé de aquella noticia que dio la vuelta al mundo hace tanto tiempo y me pregunté qué habría sido de aquel niño. que ahora debía tener casi 25 años………..aunque la inagotable y parlanchina Natalia no me dio tiempo a pensar en nada ya que no le paraba la boca. Entre otras cosa me dijo que el retor de Meliana le había dicho que el budismo está dentro del catolicismo y que por eso lo pudo bautizar con ese nombre. El que quedó entonces ojiplático y patidifuso fui yo y aproveché el momento para ir a buscar cerveza y perderme entre otras mesas.

La cena acabó con un coreografiado baile del equipo femenino de pilota en el escenario y con la entrega de trofeos  donde mi hijo, cómo no, aprovechó para coger el micrófono, decir unas palabras y exhibir orgulloso su medalla.

Esa noche me acosté recordando la respiración entrecortada de Emilio, pero soñé con Winona Ryder. y el audiolibro…………..me levanté realmente cansado…… bueno lo de Winona me lo he inventado pero escribo lo que me da la gana que para eso lo escribo yo ……… ¿qué pasa?

sábado, 2 de julio de 2011

DILIGENCIA POSTERIOR EN MODO HAIKU (y tres haikus mas nacidos de otros sentires)


Brasa de sardinas
enlazan las palabras
humos de risa
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Sonrisa franca
augura con dulzura
torrente vital
(Para Ro, claro)

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Bordea el deseo
en la linde del labio
parajes fieros
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Brisa de julio
ahuyenta los demonios
entre visillos