
-¡Cojón de gato, cojón de gato! ¿Pero como se te ocurre llevar cojón de gato a una cena de Círculo? ¿Piensas que vas a una cena con tus cuñados?
- Uhmm, bueno, que tiene de particular. Es un vino cojonudo.
- Será un vino muy bueno, pero con un nombre tremendamente vulgar. Elena, Erme y ese señor que me dijiste que era tan agradable..... ¿cómo se llama?
- Angel, Angel Latorre, como los vinos de la Venta del Moro, creo que es primo de Manolo o algo así, efectivamente, una persona francamente amigable.
- Pues eso, Angel, tú crees que va se van a animar a ir a la cena con semejante -y aquí empleó un sonsonete irónico- cojoooónnn de gato ¿te parece muy literario el asunto?
- María, siempre te lo digo, tu eres del centro del pueblo, de la Puerta del Sol, yo soy de las afueras y en eso nunca coincidiremos, al fin y al cabo no les llevo el pacharán de mis cuñaos:
http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20111214/54241053007/genialidades-marketing-espanol.html
Además te recuerdo que Murakami, a ver si este año le dan de una vez el Nobel, utiliza expresiones mucho peores y describe situaciones muy desagradables con gatos.
-¿Te estás comparando con Murakami? ¡Esto es lo último! Si te parece llevas también una botella de "Valle de Túscani" la primera genialidad del Marketing Utielano.
- Está bien, está bien........
- Además Murakami tenía un bar, un club de Jazz exactamente, que mira qué casualidad se llamaba Peter Cat, es decir, el gato Pedro, como tu cojón. A él y a los que iban les gustaba tanto la noche que al día le hubieran puesto un toldo.
-No me estoy comparando con Murakami, ¿eh? además ahora corre. Hasta ha hecho la Marathon clásica, la del que se murió mientras llevaba la noticia de que habían ganado la primera guerra médica, que no era entre médicos aunque se llamara así.
María exasperada se sirvió una copa del vino en cuestión, que unos minutos antes había sido impregnada con micropartículas genéticas de un mosquito venusino de visita turística por nuestro planeta. La densidad de taninos transliterizados en fusión con la carga de ADN extraterrestre alcanzaron una potencia alquímica inusitada. La transformación no se hizo esperar y una nueva ciudadana de la órbita de las superheroínas se corporeizó ante un Juanan pasmado, fascinado y un tanto acojonado.
- Gatanena está ante ti, aparta que tengo prisa.
Una nueva vida llena de aventuras a la vuelta de la esquina te espera si brindas con cojón de gato. En su supermercado habitual.
Se acabó , Cojón de Gato se agotó el lunes 20 de febrero en todos los supermercados y hasta en las tiendas más pequeñas próximas a la calle Xátiva. Dicen que los antidisturbios iban dejando sus cascos y porras en mitad de la calzada, a medida que el elixir gálactico hacía su efecto. Los polis iban formando un círculo cerrado alrededor de la Plaza de San Agustín y, en un momento dado, una potente luz azul se abrió paso entre las nubes, llegó hasta ellos y los absorbió como por ensalmo. En la calle quedó Gatanena, que inició, junto a los estudiantes, una danza tribal alrededor de una hoguera de porras y cascos.